Cruzar fronteras y selvas para predicar el evangelio es más que un desafío logístico: es un acto de fe, obediencia y amor. La Selva Colombo-Venezolana fue testigo de siervos que caminaron horas, navegaron ríos y durmieron en condiciones extremas para llevar un mensaje eterno. Allí, donde parece que todo está olvidado, Dios sigue obrando poderosamente.
Misiones en la selva - Enero 2024



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